Hoy recordé una conversación acerca del café, que tuve hace años con mi amigo Takumi.
Os hablé de él en nuestro post “Menos es más, inspiración Zen” que publicamos el pasado 26 de Febrero.
http://www.themoped.es/inspiracion/menos-es-mas-inspiracion-zen/
Origen
El arbol del café tiene su origen en Abisinia (actual Etiopia) Africa.
Un pastor de Abisinia observó el efecto tonificante que causaban unos frutos cuando sus cabras los comían.
El pastor llevó unas muestras de los frutos a un monasterio donde los monjes después de varias pruebas y tirarlos por considerar que no servían para nada, se dieron cuenta del agradable aroma que desprendian a medida que se quemaban.
El café llegó a Europa alrededor de 1600 a través de los mercaderes venecianos.
En el sur y oeste de Europa fue recibido con bastante tolerancia.
Se abrieron las primeras cafeterías que se convertirian en lugares donde nacerían las ideas liberales, por ser frecuentadas por filósofos y letrados.
Con el nombre de Café Procope, en 1686 se abrió la primera en Paris.
En España a finales del siglo XIX , también comenzaron a ser punto de reunión de intelectuales.
Algunas de estas cafeterias aún siguen funcionando y se han convertido en auténticas instituciones como el Café Gijón de Madrid, abierto desde 1888.
En 1748, José Gelabert fundó el primer cafetal Cubano, en las afueras de La Habana, con una semilla proviniente de Santo Domingo, actual República Dominicana.
La expansión de las Haciendas cafeteras se produjo con la llegada de los colonos franceses que venían de Haití.
Eran buenos conocedores y supieron encontrar terrenos excelentes para su cultivo, haciendo de Cuba el primer exportador mundial a inicios del siglo XIX.
Agradecimientos a la web de Innova Clara del Rey, 46 preparación de oposiciones por nuestro intercambio de enlaces.
A modo divulgativo compartímos con vosotros un video de Intermón Oxfam, ONG de cooperación para el desarrollo del comercio justo :
Un buen café y música son dos herramientas que no faltan en nuestro taller cada mañana.
Acabamos con una cita de Woody Allen, que completaré yo misma…
A las cuatro de la mañana nunca se sabe si es demasiado tarde o demasiado temprano”
pero siempre es buena hora para tomar un café.
Romi LLanas